Entre huracanes y los eventos que nos ocupan bastante en estos meses de otoño, finalmente hicimos la visita pendiente que teníamos con la congregación de Acapulco, Guerrero.

Iniciamos nuestro viaje el viernes 8 por la mañana en vehículo. En esta ocasión me acompañaron el Sr. Javier Medina y el matrimonio Hernández Bautista.

Después de unas cinco horas tranquilas y amenas de viaje, entre pláticas y anécdotas edificantes, llegamos al departamento del Sr. Jesse Api, quien nos esperaba ansiosamente para salir pronto a visitar a los hermanos. Así llegamos a la casa de la familia Martínez Ramírez.

El hogar del Sr. Celestino está literalmente empotrado en el cerro. Todavía más arriba hay un par de terrenos y construcciones rústicas donde ya no vive nadie por los grandes deslaves que han afectado la seguridad de todos.

El Sr. Celestino, su esposa la Sra. Lidia, junto a su vehículo que utiliza para alquilar sillas y mesas. Detrás se ve los últimos acabados de la construcción de la planta alta, y la planta baja, su pequeña tienda que abastece a los residentes de la zona.

El Sr. Celestino, su esposa la Sra. Lidia, junto a su vehículo que utiliza para alquilar sillas y mesas. Detrás se ve los últimos acabados de la construcción de la planta alta, y la planta baja, su pequeña tienda que abastece a los residentes de la zona.

Unos metros más allá de su domicilio, en el último desastre natural de John y el consecuente deslave debido a las intensas lluvias, un niño no pudo escapar de su casa y fue aplastado por la fuerza del agua y lodo que entró a su casa.

La obra de fortalecimiento está prácticamente finalizada. Originalmente, la edificación de la planta alta de la casa de los Martínez consideraba solo el muro frontal y los dos laterales.

Interior de la planta alta edificada después de Otis y durante John.

Interior de la planta alta edificada después de Otis y durante John.

Esto no fue muy buena idea para el Sr. Api, quien estuvo involucrado en la obra y les pidió que se hiciera también el muro posterior, para darle mayor firmeza a la construcción.

Deslave occidental que llegó hasta la calle bloqueando el paso.

Deslave occidental que llegó hasta la calle bloqueando el paso.

Este es el árbol sobre la casa que detiene un posible deslave con consecuencias nefastas.

Este es el árbol sobre la casa que detiene un posible deslave con consecuencias nefastas.

Si no fuera por esto, en el último huracán John, la casa de los Martínez habría sido cubierta por el cerro. La solidez de las cuatro paredes permitió que todo lo que quiso caer sobre este terreno fuera desviado hacia los costados. Su vecino inmediato fue el que quedó cubierto hasta arriba de lodo. Y al lado de él, un aluvión de llantas usadas, lodo, agua, y grandes rocas cubrió la calle bloqueando el paso por varios días mientras John hacía de las suyas.

Y eso no es todo. Porque justo unos metros más arriba de la casa de los Martínez hay un árbol que está con sus raíces aferrado al cerro protegiendo desde hace más de un año el hogar, evitando que se deslicen las grandes rocas que están junto a él.

El Sr. Celestino caminando por el deslave que corrió por el lado oriental. Se ve el techo de su planta alta remodelada, y un poco más allá se puede ver la entrada al panteón.

El Sr. Celestino caminando por el deslave que corrió por el lado oriental. Se ve el techo de su planta alta remodelada, y un poco más allá se puede ver la entrada al panteón.

La visita fue tan alegre para todos, porque confirmamos que la mano poderosa y misericordiosa de Dios es real, y la ha tendido sobre la familia. Su hijo, el joven Jair, nos estuvo acompañando y relatando detalles de este gran testimonio para la gloria de Dios.

Cerrando la visita con una deliciosa comida que preparó la hermana Lidia.

Cerrando la visita con una deliciosa comida que preparó la hermana Lidia.

Luego nos dirigimos a casa de la familia Barrios, quienes nos esperaban también muy ansiosos y contentos por la visita.

El Sr. Justino vive en una zona muy alta que entrega una vista privilegiada sobre Acapulco. Su “enramada” fue golpeada duramente por el Otis, y todo el techo de su planta alta fue desprendido por los fuertes vientos.

Good Works se hizo presente aquí también reparando los ingresos, así como el tan importante techo que perdieron.

La obra en este hogar está casi finalizada. Solo faltan unos mínimos detalles para que se entregue según lo planificado.

El Sr. Justino Barrios contemplando su techo nuevo desde la planta alta, habitaciones que tienen ahora también un techo firme.

El Sr. Justino Barrios contemplando su techo nuevo desde la planta alta, habitaciones que tienen ahora también un techo firme.