Cómo evaluar | Inicio | Cómo ser un buen cronometrador
El maestro de ceremonia es el encargado de la reunión y es asignado por el director o designado. Él escogerá quién dará la oración, introducirá al humorista, al controlador del tiempo y al moderador de temas.
Su tarea consiste en darles a los oradores el mejor inicio posible. Usted deberá ser un anfitrión cordial que sabe entretejer los temas de los disertantes para formar un programa inolvidable. Prepare algunos comentarios para darle coherencia y unidad al conjunto de los discursos.
Procure crear un ambiente de gran interés y expectación por el programa que usted ha preparado. El éxito o el fracaso de esta parte importante de la reunión estará en sus manos.
Preparación
La definición más corta de "responsabilidad" es trabajo. Planifique su programa. Hable con cada disertante y evaluador con bastante anticipación y exhórtelos, anímelos y ayúdelos. Es responsabilidad suya cerciorarse de que la sesión de discursos esté bien preparada antes de empezar la reunión. Esto le ayudará a desarrollar dotes de guía.
Es relativamente fácil hacer las cosas uno mismo, mientras que persuadir a los demás a rendir frutos requiere arduo trabajo, decisión, empuje y habilidad.
No espere hasta el último momento para anotar los nombres de los disertantes y los títulos de sus discursos o se convertirá en el autor de un fracaso. Empiece a trabajar tan pronto como reciba una asignación.
Averigüe acerca del nombre de cada orador y evaluador. Además, pregunte a los disertantes cuáles son sus antecedentes generales: su procedencia, su empleo, alguna experiencia notable, etc. De esta manera usted tendrá algo interesante que decir acerca de cada orador cuando los presente. Luego, verifique qué lección pretende cumplir el orador y el tema que ha escogido. Exíjale un título: si aún no lo tiene, ayúdele a elegir uno bueno.
Armado de esta información, usted podrá establecer el orden en que se presentarán los discursos. Anote algunas ideas apropiadas para darle continuidad al programa y tal vez alguna anécdota o un chiste para amenizar la sesión. (Aquí debe proceder con cautela y presentar cualquier chiste preparado con la mayor naturalidad posible.) Ahora, se encuentra preparado para cumplir confiadamente su papel como maestro de ceremonias.
Presentación
Agradezca la presentación del presidente y haga algún comentario general para despertar el interés de los miembros en los discursos que vendrán.
Sonría afectuosamente tanto al orador como al público y diríjase a ellos con un tono de voz lleno de interés y expectación. Anuncie clara y correctamente el número de la lección y el título del discurso; luego indique con la mano hacia el orador, anuncie su nombre e inicie el aplauso. Dirija toda la atención del público hacia él. Cuando el disertante le haya agradecido, siéntese en silencio.
Sea breve, lo cual será fácil si está bien preparado. Normalmente, bastará una presentación de 10 a 30 segundos; jamás debe pasar de un minuto.
Sea original y varíe las presentaciones. Por ejemplo, puede explicar algún antecedente interesante del disertante que lo autoriza para hablar sobre el tema que ha escogido.
Cuando el disertante haya concluido su discurso, inicie los aplausos y haga un comentario breve de reconocimiento. No repita el discurso en sus propias palabras; haga solo un breve comentario para recobrar el hilo del programa.
Tampoco evalúe a los oradores sino más bien, presente rápidamente al evaluador.
Al final del programa, agradézcale al público su atención y devuelva el control de la reunión al presidente.